Cuando Izzy se fue a la cama aquella noche nunca imaginó
que al despertar su honor habría quedado mancillado. Unas cálidas manos
acariciaban su piel y una tosca tez sin afeitar se apretaba contra su mejilla.
Aquello
parecía un sueño maravilloso, pero no lo era. Lord Eppingham Julian Rowley
había sido descubierto en su cama, y ella había afirmado que era su amante.
¿Por qué lo había encubierto Izzy? Su intención no era la de cazar al guapo
libertino, aunque sin duda hubiera deseado perderse en las profundidades
doradas de sus ojos. Su reacción no se debía más que a una extraña sensación
que había notado en sus caricias y en sus besos. Un impulso irracional la había
impelido a proteger a Julian y a una hermosa dama, y si salvar a ambos de la
ruina significaba la deshonra para ella, que así fuera.
Este es un libro que he leído más de una vez, su protagonista es una de mis favoritas.
¡¡Espero que os guste!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario