30 junio 2012

Avenger's Angel - Heather Killough-Walden

Desde el principio del tiempo, los arcángeles deseaban conocer el verdadero amor. Cuando cuatro ángeles femeninos fueron creados para los cuatro arcángeles, Michael, Gabriel, Uriel y Azrael, un caos de celos estalló, y las Arcos fueron secretamente enviadas a la Tierra. Los cuatro arcángeles favorecidos las siguieron, provocando una búsqueda que ha durado miles de años…

Uriel fue una vez el Arcángel de la venganza y uno de los guerreros más poderosos de su reino. Pero eso fue hace una eternidad. Ahora él es un galán, una estrella de cine a la cabeza de la franquicia de vampiros más grande de Hollywood. Y nunca ha estado más solo, hasta un encuentro casual con Eleanore Granger. En el momento en que posa sus ojos en ella, él sabe que ella es suya.

El primer instinto de Ellie es correr. Las personas siempre han estado detrás de ella por sus poderes ocultos, pero algo en Uriel es diferente. 

No puede negar su profunda atracción por este extraño con ojos esmeralda, así que decide confiar en él. Y justo a tiempo, porque hay otros que se proponen utilizar a las Arco para sus propios fines, y Ellie es su primer objetivo.

¡¡Espero que os guste!!

Gracias a Libros del Cielo.

Trailer de la película "Hotel Transilvania"


En Cines el 26 de Octubre de 2012

29 junio 2012

"Once Upon a Time" (Erase una vez) 1ª Temporada Cáp. 22

¡¡Hola chicas y chicos!!

Aquí os dejo el último capítulo de la serie "Once Upon a Time". Ahora sólo nos queda esperar a la segunda temporada de esta serie tan fantástica.

¡¡Espero que os guste!!











Gracias a jem1967 en PDD

Matrimonio Después del Colegio - Mayu Shinjo

Hana es una estudiante normal que guarda un secreto sobre su raro profesor Kaidou Ryuuki, el cual es un modelo famoso y ademas es el esposo de Hana!!!, Pero a Hana le preocupa que todo el mundo se entere que es un modelo y no un raro profesor como aparenta, alguien descubrira su secreto? como sobrevivira su matrimonio a la inseguridad de Hana? si no pueden estar como un matrimonio normal!

¡¡Me encanta Mayu Shinjo!!

¡¡Espero que os guste!!

28 junio 2012

Serie Elfos Ocuros - Jet Mykles

2 - Domada.


Suzana ha perdido todo lo que le era querido, su familia muertos en el mar. Ella, un mago musical de noble cuna, ha sido capturada por esclavistas. Sola, desamparada, no puede hacer nada más que llorar.

Pero a continuación, la caravana de los negociantes es llevada al oscuro bosque por los misteriosos raedjour que están decididos a tomar algo que ella todavía llama suyo: su cuerpo. La captura de Suzana es motivo de celebración entre los raedjour, las vírgenes son muy apreciadas, y se lleva a cabo un torneo, por el honor de tomar su virginidad. Y una vez que sea tomada, ella pasará a un guerrero diferente cada nueve días, hasta que encuentre a su Verdadera Pareja. Desde el momento en que la vio, Krael supo que Suzana sería su conquista. Su blando cuerpo le incita a la lujuria, perfeccionada a lo largo de muchos ciclos de placer y de entrenamiento de mujeres. Tendria su cuerpo, sí, pero no tiene interés en encontrar a su Verdadera Pareja. Hasta que, el rey de Krael, ha decidido a tomarla, crece entonces la determinación de Krael decidido a ser su amo, él solo. ¿Te has preguntado cómo sería ser utilizada, complacida... Domada?


3 - Salvación.


Irin fue criada entre los raedjour -elfos oscuros creados por su diosa para el placer sexual.- Cuando Irin era una niña, los hechiceros le lanzaron un hechizo de protección para acabar con los lujuriosos impulsos de los que la rodeaban. Bajo el hechizo y la mirada vigilante de sus protectores, Irin fue feliz, como la única niña humana entre todos los niños varones raedjour. Pero es ahora una mujer, y es hora de que el hechizo que se levante y para que descubra l0 que significa ser tomada y domada por los raedjour - y para encontrar a su verdadera pareja entre ellos. Savous y Radin. Aprendiz y maestro. Han sido una dupla por siglos y han ayudado a vigilar a Irin toda su vida. No había duda en sus mentes que uno de ellos sería el primero en introducir a Irin al mundo de los placeres sexuales. Pero había más en Irin que nadie conocía. ¿Será la pasión de ella la destrucción de la unión de toda una vida entre estos dos hombres? ¿O la salvación de toda la raza? ¿Te has preguntado cómo sería ser utilizada, complacida... y la salvación de toda una raza?


4 - Disidencia.


Su hermano Geriman mató a su esposo, así que ahora los dos están huyendo. Sin opciones, se arriesgan a viajar al Bosque Oscuro, pero son capturados por los “Habitantes Oscuros” de los que les habían advertido. Estos hermosos crueles elfos los llevan a la oscuridad y los usan para su propio placer sexual.

Ningún humano que haya nacido puede soportar toda la fuerza de los placeres sexuales de los raedjour por mucho tiempo. Jarak y sus hombres son enviados a rescatar a Marisol y a su hermano, pero llegan muy tarde. Los salvan de la muerte, pero ahora hay un dilema.

¿Qué hacer con los traumatizados humanos? La vida entre los raedjour está conmocionada y las tradiciones de los últimos cuatro mil ciclos de las estaciones no se pueden aplicar. Y la atracción entre Jarak y de Marisol sólo complica las cosas.

¿Te has preguntado cómo sería ser complacida casi hasta la muerte?


5 - Descubrimiento.


Para Kinig, los Elfos Oscuros representaban todo lo maravilloso y misterioso del mundo. Si pudiera convertirse en experto sobre los elfos, su carrera de bardo se establecería. Sería peligroso. Los Elfos eran conocidos por su aversión a los varones humanos. Pero los tiempos habían cambiado y su petición de vivir entre ellos por un tiempo le fue concedida, y Kinig fue entregado al cuidado de Fallil, un bardo entre los elfos.

Fallil no esperaba enamorarse, pero lo hizo. Lo que comenzó como una amistad se convirtió en amor y pasión permanentes. Pero Fallil sabía que tenía que dejar ir Kinig para que cumpliera sus sueños si los dos querían alguna vez ser verdaderamente felices.

Nueve ciclos de las estaciones más tarde, Kinig vio realizados sus sueños de fama y era conocido en más de dos continentes como Kinig de los Elfos Oscuros, el único humano que sabe tanto como los propios raedjour. Ahora, sus pensamientos vuelven hacia el hombre que amó y que es hora de volver al Bosque Oscuro.

Es el conocimiento Kinig es lo que llama la atención de un mago solitario quien retiene a la última elfa roja como esclava. La elfa roja, Nialdlye trata de cuidar de Kinig y ve en sus historias una posible solución para sus propios problemas. ¿Pueden los dos juntos liberarse del poder del mago y hacer su camino de regreso a Fallil?



6 - Despertar.


Desde que la primera niña de los Elfos Oscuros nació, Eryhaen es una rhaejena - una princesa - y deseada por todos los hombres a su alrededor. Nace con dones mágicos que desafían incluso a los hechiceros más experimentados de su pueblo, tiene la admiración de su pueblo y la devoción de sus tres mejores amigos y amantes. Brevin, Lanthan y Tykir han estado a su lado durante toda su vida, y cada uno de los tres jóvenes haría cualquier cosa por ella y entre sí.

Pero Eryhaen necesita más que unos inexpertos y ansiosos amantes. Está fuera de control, y lo sabe. Su magia es cruda y salvaje, y no es la única que empieza a verla como un peligro.

Ella necesita ayuda.

La única posibilidad es Radin, un legendario hechicero, que regresó de la muerte, pero permanece mágicamente inconsciente durante un cuarto de siglo. Los sueños e innegables instintos le dicen a Eryhaen que es la solución a sus problemas, sólo si puede despertarlo.

Una vez que lo haga, ¿entonces qué? Él puede ser la respuesta a sus problemas, pero, ¿el legendario amante es el hombre para ella? ¿O él esta destinado para alguien más?


Como ya colgué el primer libro, ahora cuelgo el resto de la serie que hay por ahora.

¡¡Espero que os guste!!

Gracias a El Club de las Excomulgadas.

27 junio 2012

"GCB" (Golfas, Cursis y Beatas) 1ª Temporada Cáp. 3 y 4

¡¡Hola chicas y chicos!!

Os dejo dos nuevos capítulos de esta desternillante serie donde "hay peor furia que en el infierno"

¡¡Espero que os guste!!













Gracias a jose1912 en PDD

Cincuenta Sombras de Grey - Trilogía Cincuenta Sombras 1 - E. L. James

Cuando la estudiante de literatura Anastasia Steele se ha preparado para entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey para la revista de su escuela, ella lo encuentra atractivo, enigmático e intimidante. Convencida de que su entrevista estuvo pésima, intenta sacar a Grey fuera de su mente – hasta que él se pasea fuera-de-la-tienda-del-centro en dónde ella trabaja a tiempo parcial. La mundana e inocente Ana se sorprende al notar que ella quiere a este hombre, y cuando él le advierte que se mantenga alejada, sólo hace que ella se vuelva más desesperada por estar cerca de él. Incapaz de resistir a la belleza, ingenio y espíritu independiente de Ana, Grey admite que la quiere – pero en sus propios términos. Aun impresionada por los singulares gustos eróticos de Grey, Ana duda. Por todas las trampas de su éxito – su negocio multinacional, su gran riqueza, su amada familia adoptiva – Grey es un hombre atormentado por demonios y consumado por la necesidad de controlar. Cuando la pareja se embarca en una apasionada, física y audaz relación, Ana aprende más acerca de sus propios oscuros deseos.

¿Puede su relación trascender la pasión física?

¿Ana se encontrará así misma sometiéndose al auto-indulgente Maestro? 

Y si ella lo hace, ¿Seguirá amando lo que encuentre?

Erótico, divertido y conmovedor, la trilogía  Cincuenta Sombras es una historia que te obsesionará, te poseerá y se quedará contigo siempre.

25 junio 2012

"Falling Skies" 2ª Temporada Cáp 1 y 2


¡¡Hola chicas y chicos!!

¡¡Por fin se ha estrenado la segunda temporada de "Falling Skies"!!

Os dejo los dos primeros capítulos donde nos cuenta que pasó con Tom después de que se lo llevaran los extraterrestres.

¡¡Espero que os guste!!

Gracias a Chico3D en PDD

Capítulo Dos de "Un Beso de Sirena" (A Mermaid's Kiss) - Joey W. Hill

¡¡Hola chicas y chicos!!

Aquí os dejo el segundo capítulo de esta historia entre un ángel y una sirena.

Pido perdón por los posibles errores de traducción.

¡¡Espero que os guste!!








Dos
Enseguida, sintió mucho frío. Mientras descendía, Anna intentó no pensar en la creciente oscuridad, las sombras fundiéndose unas con otras mientras la luz era dejada atrás, anunciando la negrura total que le esperaba a continuación. Apretó el ala contra ella como si representara un juramento de vida – o – muerte.
Cuando la curva de su cola tocó el borde de otro precipicio, se asustó. El ala se posó muy lentamente. Cuando lo hubo hecho, ella se percató de que estaba cubriendo una forma parcialmente iluminada por la pálida luz interna del ala. Cuando el ala se deslizó hacia un lado, la luz aumentó de intensidad, haciéndola comprender que antes debía estar cubriendo la otra ala cuya luz era más brillante, pues todavía estaba unida a su propietario.  
Flotó acercándose, colocándose sobre él. Sus ojos estaban cerrados y tenían un corte en el rostro, un pequeño corte comparado con la alarmante herida abierta en su espalda, que manchaba de azul la otra ala y su piel. El resto de su cuerpo estaba magullado, cubierto de moratones como si hubiera sido golpeado y arañado.
Tragó con preocupación.
Otra corriente en aquella dirección, y rodaría del borde de esta serie de rocas cayendo aún más profundo, donde la temperatura podía bajar más allá de lo que ella pudiera soportar. Aún así, no había ningún lugar aquí donde poder ponerlo a cubierto.
Miró hacia arriba. Se estaban acercando. En la desesperación antinatural flotando en el borde de su consciencia, podía sentirlos. De forma dispersa, pero descendiente. Y no venían con la intención de ayudarle, fueran quienes fuesen.
El ala vagaba lentamente por alrededor, por lo que ella extendió la mano para cogerla, sólo para darse cuenta de que en realidad no vagaba. Estaba...colocándose. Se colocaba en la posición correcta para poder alinearse con la herida de su espalda.
En ese momento, el ala la rozó. Como estaba inclinada hacia el ángel, se curvo rodeándola, tirando de ella hacia abajo, acercándola. Ella intentó liberarse, pero antes de conseguirlo se encontró recostada sobre el lado de la inerte criatura mientras el ala se auto plegaba alrededor de su anfitrión. Su alarma se calmó cuando Anna se dio cuenta de que estaba simplemente dentro del espacio que formaba su interior curvado.
Tenía un poco de miedo a mirar su rostro a tan corta distancia, pero su curiosidad ganó a su buen juicio. Con esa única mirada entendió el por qué su tía abuela había llorado con aquel recuerdo.
Era increíblemente hermoso. No, eso no era cierto. Era tan perfecto como la Naturaleza podía haberlo creado, y nada podía hacer algo mejor que la Naturaleza. Mientras que sus primos siempre estaban intentando parecer más bellos, como si esa fuera la principal razón de su existencia, una orquídea submarina emergía de una grieta de coral avergonzándolos a todos.
Le dolía en el corazón mirar algo tan hermoso como esto, tan perfecto que la estaba emocionando de una forma casi física. A pesar del peligro que los perseguía, por un momento estaba absolutamente en calma, asombrada por estar tan cerca como para poder tocarlo. Unas cejas altas y finas. Una nariz realmente recta. Su cabello era oscuro, muy oscuro en combinación con casi el color del agua por la noche y la hizo saltar cuando le rozó la parte superior de los brazos. Cuando flotó sobre su cara, rozando esos rasgos esculpidos, vio que las hebras de varias longitudes formaban una melena hasta los hombros. Supuestamente, la capa de arriba había sido trenzada para mantener el resto fuera de su campo de visión, porque ahora se encontraba medio desecha. La línea afeitada de su mandíbula hacia casi imposible resistirse al deseo de acercarse y tocarle el rostro, experimentar lo que veían sus ojos: una suave piel, huesos cincelados. La textura de su boca. Recordó la forma en que el ala le había hecho imaginar la boca de un hombre en la suya, y su cuerpo inesperadamente se apretó completamente a lo largo de donde estaba tendida contra él. Ella lo quería, pero de formas que iban más allá del entendimiento físico y emocional.
Necesitaba ser una parte de él. Su belleza hablaba de luz, una luz tan pura que podría quemar totalmente el cuerpo mientras el alma se unía a él, pero estaba dispuesta a convertirse en cenizas si eso le permitía permanecer en su presencia.
Y no volvería a sentirse sola nunca más.
Esa era una extraña orden, una diferente, mucho más agradable de lo que las criaturas oscuras habían intentado imponer en su mente. Anna la desechó con esfuerzo y se concentró en el problema inmediato, la locura que estaba apunto de hacer. Hacer rodar a ambos para caer más en el Abismo.
Cuando curvó sus brazos alrededor de su torso, no pudo abarcarlo completamente. Tenía amplios hombros, necesarios para soportar esas alas, estaba segura. Y un pecho amplio.
A diferencia de la carne humana, la cual se sentía fría y resbaladiza bajo el agua, o de las criaturas marinas, las cuales se sentían suaves y elegantes, él se hallaba entre duro músculo y cálida piel suave. Eso la tranquilizó, porque había estado preocupada por si se vería afectado por las presiones en las profundidades de la manera en que los seres humanos lo hacían. El ala permaneció atentamente inclinada sobre ella. ¿Se quedaría con ella? ¿Podría sujetarlo mientras caían, o lo perdería en la oscuridad?
Cuando sintió que el corazón de él latía contra el de ella, endureció los brazos alrededor de él. Cerró los ojos, tenía que controlarse para prestar atención a lo que estaba intentando hacer y no solo permanecer allí, abrazada a él felizmente hasta que la muerte les llegara a ambos.
Sintió su paso a través de las plumas a su lado, su cintura, un punto fácil para poder agarrarse. Usando su cola, empujó contra el suelo, su hueso de la cadera presionando en la pierna de él. Todo lo que él llevaba era media túnica atada a la cintura que ondeó con el movimiento del agua, y sintió el duro músculo de su muslo.
– Vamos,  – susurró desesperadamente. – Debemos movernos.
Tenían que ir a un lugar más profundo, donde su luz no fuera visible. El calor aplastante que sentía por estar con él estaba siendo envenenado por una desesperación artificial que se introducía cada vez más profundamente en su mente. Sus enemigos estaban demasiado cerca.
Lentamente, a pesar del peso de las alas, comenzó a girar, acercándose al borde. Ella empujó más fuerte con su cola, queriendo caer lo bastante despacio para que no rebotaran contra los bordes afilados de coral.  
– Vamos. – Tenían que llegar a un lugar mucho más profundo.
Ya estaba a más profundidad de la que nunca hubiera estado, y Diosa, si sólo el agua no estuviera fría. Tan fría. Y la oscuridad. Su luz era la única luz. Cuando cayeron juntos, con ella envuelta en su ala y estrechándolo en sus brazos, se dio cuenta de que podría perder su sentido de la orientación, bajando cuando tuviera intención de subir, y nunca más encontraría el camino hacia la superficie. Esa realidad le provocó otro terrible pensamiento. Cuando estuviera perdida en la oscuridad, no le importaría nada. Nadie.
Pero la nada significaría no sufrir más dolor o soledad, recordó ella.
– Ridícula, incompetente. – Se reprendió con crueldad. Comentarios insensibles que la enfadaron pero no le dieron a su ira ningún lugar donde poder enfocarse porque todo era inútil. Todo eso se disolvería en el Abismo, como los pozos de alquitrán donde las criaturas de la Edad de Hielo fueron destruidas. No quedaría nada… nada.
Oh, Dios. No quería morir. Las luces rojas estaban demasiado cerca. Estaban apunto de alcanzarlos.
¡No! El ala se apretó alrededor de sus caderas y Anna aguantó el aumento de peso del herido ángel, lo sintió vivo contra ella.  Piensa en él, Anna. Cuando poderoso y magnífico debía ser admirado en el cielo, con sus alas desplegadas. Protegiendo. Existiendo. ¿Cómo iba a poder ocultar su luz?
Rezó para que Los Oscuros estuvieran siguiendo la luz y no la esencia del hombre mismo – un Alma con un Indicador mágico –. Echó un pequeño hechizo de magia sobre ellos, tan insignificante en comparación con lo que pretendía ocultar y teniendo en cuenta quienes les buscaban, que tenía tantas esperanzas de garantizar su seguridad como de que una nube de espuma engañara a un tiburón. A muchos tiburones.
 Ven a mí. Mandó la orden con su mente urgentemente.
Vinieron como luciérnagas del mar,  introduciéndose en la oscuridad. Los peces del Abismo tenían una extraña variedad de formas y tamaños que pegaban bien con su mundo surrealista y vivían sin temor en el vacío. Se acercaban desde varias direcciones, en grupos pequeños y, después,  en un gran banco.
Sus resplandores le recordaron que la luz provenía del interior. No temería a la oscuridad. Si ellos lo atrapaban, lo matarían… o peor. No podía permitirlo.
Convocó a los peces para poder desplazarse con ellos, se introduciría entre ellos hasta que los dos formaran parte de un banco de muchos colores iridiscentes diferentes, pero principalmente de blancos y platas. Aunque tuvieron que descender, para mezclarse con ella y su preciosa carga, una parte de su recorrido.
Quédate conmigo. Contuvo las simples y puras mentes cuando sintió a la oscuridad acercándose, observando. Oh, Diosa, buscó. No se permitiría entrar en pánico, porque si lo hacía, los peces se dispersarían. Céntrate en mí. No te buscan.
Cuando la mente colectiva sondeando la encontró, tocándola,  el miedo y la desesperación fuer como si chocara de frente contra el lado de acero de un inesperado naufragio. Las emociones eran tan fuertes que por un momento estuvo desorientada, aterrorizada, pensando en los monstruos que habían aparecido a su alrededor.
Estas no son tus emociones. Están utilizándote, manipulándote.
Las empujó fuera de ellos con una ráfaga de feroz resistencia. Tenía bastantes integrantes extraordinarios ayudándola en su misión, muchas gracias. Nadie había decidido separarse de ella manteniéndose dentro del alcance de su poder.
Afortunadamente un impulso de corriente, una oleada incluso más fría, arraigó en ese momento clave, haciéndolos rodar lejos cuando los peces habían huido asustados en esa dirección, una reacción a la perturbación en su mente.
Estabilízalos, sostuvo el hechizo mágico con vigor renovado, uniendo su mente tanto con el banco de peces como para concentrarse en entrelazar su cuerpo, y el cuerpo del ángel a quién se aferraba, entre el grupo que formaban.
Solamente un banco de peces… buscando comida del agua. Buscando... 
Sus nudillos hicieron contacto con la pared del cañón. Mientras que muchos lugares eran demasiado empinados como para poder agarrarlos, algunas cosas crecían y vivían en las grietas debajo de los riscos. El suave y ondulado toque de los abanicos de mar, la rápida y sorprendente punzada de algún tipo de pez moma, viendo si tenía comida antes de que la criatura se escondiera otra vez. Se sujetó, ella misma y a su carga, pegada al tronco de abanico de mar. Sus escasas habilidades mágicas estaban debilitadas, por lo que los peces comenzaban a desperdigarse. Le dolía el brazo de sujetarle. El ala cortada ayudaba, ajustándose alrededor de los dos, pero sentía en su interior que estaba conectada a su dueño y finalmente fallaría si no les encontraba un lugar para descansar.
Si sabía que no tenía prácticamente ninguna posibilidad contra un antiguo Oscuro, cegado y furioso, imagina cuantas tendría contra todos los que sentía iban tras este ángel.
Podría encontrar un túnel y entrar en él, se dijo a sí misma. Bajaría hasta la profundidad necesaria para sacarlo del alcance de los sentidos de las malvadas criaturas que los perseguían. Si lo conseguía, quizás pensarían que se lo había llevado una corriente y ya no estaba en la zona.
 - Y luego ambos moriréis porque os quedáis atrapada o perdidos o habrán cosas horribles esperándonos…
Se desplazó a lo largo del acantilado, siguiéndolo sólo por medio del tacto, tratando de no dejarse llevar por el pánico, alimentado con el hecho de que toda luz, excepto la que provenía del tenue resplandor de las alas, había desaparecido.
Un día, encontró una postal flotando en el agua. Era sobre un lugar que los seres humanos llamaban el Gran Cañón. Tía Jude le dijo a Anna que esos acantilados submarinos también habían sentido el toque del sol, hace miles de años. El mundo era tan antiguo, tan antiguo como la Propia Dama. Tan antiguo como estas inmundicias que tratarían de atraparlos en cuando la hubieran encontrado.
Encontró una grieta lo suficientemente amplia para ambos y descubrió que conducía a un túnel estrecho. Cuando lo siguió, arrastrando su carga con ella, intentó no pensar en su falta de opciones si los estaba llevando hasta un lugar sin salida, donde podrían ser fácilmente atrapados por sus perseguidores.
No había ningún mayor terror para una criatura marina que quedarse atrapado en algún lugar. La falta de capacidad para moverse significaba una muerte segura, tener que esperar la muerte era la peor forma de morir. Esa era la razón por la que Anna admiraba a Jude, ella consiguió mantenerse cuerda durante todas las horas que permaneció enredada en esa red.
Protegida por ese pensamiento, siguió avanzando, tratando de mantener el sentido de la orientación con una mano apoyada en la pared, aunque le frío terror en sus venas le decía que ya no estaba segura de si iba hacia arriba o hacia abajo. Estaba completamente segura de que ahora habrían rocas por todos lados, el ocasional cono de una estalagmita o una estalactita, le recordaron las palabras de la tía Jude sobre la historia basada en esas cavernas. ¿Se acordaría de salir de la trampa del oscuro Abismo? Esta era la verdadera oscuridad, del tipo que podía arrastrar a una a la locura en segundos. De repente, chocó de espaldas contra una pared. Soltó un grito asustada de miedo y casi decidió volver. Después, pensándolo cuidadosamente, se concentró lo suficiente como para sentir a su alrededor, se dio cuenta de que estaba en una curva del túnel y empezó a seguirlo en una nueva dirección.
En un momento dado, la roca se volvió suave y punzadas de luz empezaron a llegar a través de los brillantes reflejos de los minerales incrustados en los lados del túnel. Aunque proporcionaban iluminación, eran demasiado pequeños como para dar más que un pequeño consuelo, por lo que imaginó que el agua era como un cristal azul del Caribe tocado por el sol.
Sus músculos estaban ardiendo. Su cola la impulsó para nadar, de esta manera no forzaría tanto sus brazos y hombros. Pero descansar no era una opción.
Los minerales desaparecieron, llevándose la ilusión de la luz con ellos, cuando el túnel dio otro giro. A pesar de eso, ella continuó avanzando, obedeciendo a la necesidad de huir de lo que pudiera estar persiguiéndolos, sabiendo por instinto que eso era la prioridad por encima de todo la demás.
Aquí. Había desaparecido. Vagó hasta detenerse, usando la cola como una cuña entre las paredes para mantenerlos en ese lugar mientras esperaba, sondeando. Sí, la falsa desesperación había desaparecido, trayendo un agudo sentido de alivio. Les habían perdido.
Peso en lugar de aportar una ráfaga de confort como ella esperaba, el pensamiento racional volvió, trayendo el terror con él. Hacía mucho tiempo que había perdido la pista de la dirección que estaba tomando y de las vueltas que había dado. ¿En qué había estado pensando? ¿En qué habría estado pensando cuando tomó la decisión de hacer esto?
Incluso cuando el pánico aumentó en su pecho, lo reconoció como el más mortal enemigo al que todavía debía enfrentarse. Una criatura podría rápidamente sellar su propia sentencia de muerte por ceder al instinto de huir sin sentido. Pero su energía para resistir había sido minada por aquellas cosas malvadas y también por el esfuerzo físico de mover al gran ángel. Había llegado más lejos de lo que nunca se había atrevido a descender… un lugar que había sido parte de las pesadillas de su infancia. A pesar de sí misma, volvió a la idea de que el Abismo parecía no sólo capaz de tragarse sus cuerpos físicos, sino que devoraría hasta el recuerdo de su existencia. En un lugar tan desolado, puede que hasta el Creador los olvidara.
Soltó un sollozo entrecortado. Quería volver, llevarlos de vuelta, pero no sabía que les esperaba si volvían. No importaba. Sólo debía continuar nadando, cuanto más rápido mejor. Cualquier cosa era mejor que quedarse quieto.
Cuando el ala rozó el centro de su espalda, al principio no le dio importancia, pero luego se dio cuenta de que no era el ala de la criatura. Era la mano del ángel, su brazo salía del interior del círculo del ala para formar un agarre seguro a su alrededor, atrayéndola cerca contra un cuerpo que era firme y cálido. Vivo.
Está bien. Aún sigo vivo y déjame pensar, pequeña.
El alivio que sintió, de no estar sola en esta fosa vacía, casi la hizo ceder contra él antes de recordar que era ella quien estaba sosteniéndolo.  A pesar de que la voz estaba solamente en su cabeza, la tranquilizó, no solo por el tono aterciopelado que poseía, sino también por la orden. Era un pensamiento sin miedo. Sin incertidumbre. Y con una particularidad adicional que inesperadamente la distrajo de sus problemas inmediatos.
Su mano se movió por la espalda de ella, después descendió a la curva de su cadera, la cual estaba escalonada en apretadas escamas que sentían cada movimiento de su toque. Sus sensibles aletas de los lados también se encontraban contra sus dedos.
Una sirena. Una joven sirena, vino en mi ayuda. La mano subió, enredándose en su cabello suelto. Una verdadera doncella.
Así que conocía a las de su especie, lo suficiente como para saber que las chicas sin pareja llevaban el cabello suelto. Luego encontró su perfil cerca de su boca, y ese pensamiento la hizo deslizarse hasta algún lugar, olvidado.
A pesar del frío y del miedo, las terminaciones nerviosas se activaron como los abanicos de mar agitados por la estimulación de una violenta corriente. Ella lo abrazó ansiosamente, porque el miedo la hizo retraerse lo suficiente para que pudiera pensar otra vez.
– Están cerca, – dirigió. – Si ven tu luz…
Habló en la lengua de las sirenas, una combinación de sonidos que vibraban a través del agua, porque no estaba segura de si podía oír sus pensamientos. Tampoco sabía si él conocía su lengua, pero no se preocupó por ello. Él no parecía tener ningún problema para entenderla.
Fue capaz de sentir como asentía una vez con la cabeza. Lo sintió sondear los alrededores de alguna forma. A pesar de eso y de la firme orden de la voz en su mente, se preguntaba si seguiría consciente. Aunque ella no quería escucharlo, en su mente aparecían el dolor y el esfuerzo, en una tensa nota debajo de sus pensamientos. Sus siguientes palabras lo confirmaron, devolviéndole su miedo.
Otro kilómetro y medio más abajo, habrá un afloramiento, en forma de cabeza de dragón. ¿Sabes lo que es un dragón?
Ella asintió.
Buena chica. Utilízalo como tu punto de referencia. Su boca conduce a una serie de cavernas. Allí debe haber luz. Y calor. Pero es un camino largo. Descendiendo muy abajo por su vientre. Demasiado lejos.
Sintió su atención sobre ella, aunque no podía ver los rasgos de su rostro.
Sabes… no hay ángeles femeninas.
No estaba segura de lo que quería decir con eso. 
– Guarde las fuerzas, mi lord. Nos pondremos a salvo.
Eres hermosa y amable, pequeña. Pero sería mejor que me dejaras. Déjame morir y sálvate. Hay muchos ángeles pero sólo una como tú.
Él no podía saber cómo de ciertas eran esas últimas palabras ¿O sí?
Cuando giró la cabeza, sus sienes rozaron el rostro de él, su mandíbula. En ese momento, él levantó su otra mano, y emitió una suave luz azul desde su palma, dándole un breve destello de luz tenue que casi la hizo sollozar de alivio. Había abierto los ojos, sorprendentemente el trazo de sus gruesas pestañas revelaba ahora sus ojos oscuros. Totalmente oscuros. No tenían ninguna parte blanca, por lo que la forma que tenía de mirarla era peculiar, como un animal. No podía conocer los pensamientos de él sobre ambos, o si tenía algún pensamiento en concreto.
Quería expulsar el pensamiento que la haría descender aún más lejos en la oscuridad y en un frío glacial,  además de que él podría estar delirando. No sentía ningún temor hacia él, aunque él debía saber mejor que ella qué era lo que los perseguía.
Estoy muy cuerdo y razono correctamente… pero veo que necesitas que te lo demuestre.
Su cabeza descendió y sus labios, su boca, se posó sobre la de ella. Un giro de los acontecimientos que la paralizó completamente. No la estaba besando, no exactamente. Era como si estuviera saboreándola, su lengua perfilando los labios de ella, sus labios persuadiéndola a abrirse como ella ya se había imaginado.
¿Había tenido frío? Ahora, parecía que el fuego la consumía. Había estado custodiándolo en el rol de protector, pero ahora ella se presionó contra él, uno de los brazos de él se estrechó alrededor de su cuerpo, dejando claro quién era el más fuerte de los dos. El único capaz de asumir el cargo, manteniendo los temores a raya.
Salió disparada atravesando esas nubes de molestos pensamientos y entró en un cielo azul de algo diferente. Esto era querer y sentir y necesitar… éxtasis y tristeza juntos en esa curiosa forma, equilibrando la liberación con el anhelo interminable, dejándole a uno en una extraña confusión de alegría. Sus dedos se acercaron, tocando hermosamente el lugar donde se encontraban sus labios. Él se inclinó, y luego sus dientes le mordieron, provocándola. Sorprendentemente, ella casi se rio.
Una sacudida recorrió el cuerpo de él, interrumpiendo el momento, haciendo que su corazón diera un salto en su garganta.
– Mi lord…
Volvió a perder el conocimiento, sus labios vagaban por la mandíbula de ella. Anna nunca se había sentido tan despierta en su vida. 

24 junio 2012

Existence - Abbi Glines

¿Qué sucede cuando eres acosada por la Muerte? Te enamoras de él, claro. 


Pagan Moore, de diecisiete años, ha estado viendo almas toda su vida. Desde que notó que los extraños que a menudo veía caminando a través de las paredes no eran visibles para los demás, comenzó a ignorarlos. Si fingía no verlos, entonces la dejarían sola. Hasta que salió de su auto el primer día de escuela y vio un chico increíblemente sexy descansando en una mesa de picnic, observándola con una mirada burlona en su rostro. El problema es que sabe que él está muerto.

No desaparece cuando ella lo ignora, pero hace algo que ninguno de los otros ha hecho nunca. Él habla. Pagan esta fascinada por esa alma. Lo que no sabe es que su tiempo de morir se acerca y esa malvada y hermosa alma de la cual está enamorada no es una simple alma.

Él es la Muerte y está a punto de romper todas las reglas.

¡¡Espero que os guste!!

Gracias a Libros del Cielo Personal.

Saga Halo - Alexandra Adornetto

1 - Halo

No pasa mucho en Tallow Beach, Pero cuando tres misteriosos adolescentes se inscriben en la escuela secundaria local, todo cambia.

Nadie sabe la verdad: que son ángeles en una misión de salvar al mundo que esta al borde de la destrucción.

Cuando Beth, la menor, se enamora de su compañero Xavier, se enfrenta a una decisión terrible: ¿Desafiara las leyes de los Cielos por amarlo? Las cosas vienen abajo cuando los ángeles se dan cuenta de que no sólo ellos son los unicos que están en Tallow Beach con poderes sobrenaturales. Los inescrupulosos,Jack ve a Beth como el blanco más fácil para promover sus oscuras ambiciones. Los ángeles y Xavier utilizara su poder para superar a la oscuridad - pero Beth sobrevivir a la batalla?

2 - Hades.

¿ES EL AMOR UNA FUERZA LO SUFICIENTEMENTE GRANDE CONTRA EL MAL?

Bethany Church cree que sí, después de todo, el amor de sus hermanos ángeles y su novio Xavier la salvó de las garras del infierno.
Pero cuando Jake Thorn vuelve a la ciudad, decidido a llevarse a Beth con él, parece que puede ser capaz de destruir todo lo que le importa.

¿Romperán las acciones de Jake la fe de Beth en el amor? ¿O puede ella sobreponerse a la angustia y la traición para cumplir con su papel en la Tierra?



Gracias a Purple Rose

Y Heaven...


Bethany , un ángel enviado a la tierra, y su novio mortal, Xavier, han estado en el infierno y han vuelto. Pero ahora su amor se pondrá en su mayor prueba, mientras desafían La ley del Cielo y se casan. Ellos no se los dijeron a los hermanos arcángeles de Beth, Gabriel e Ivy, pero los ángeles se enteran lo suficientemente rápido, y el castigo viene en una terrorífica forma: los Sietes, que son ángeles renegados y decididos en mantener a Beth y Xavier apartados, destruyendo a Gabriel e Ivy, y el oscurecimiento de poder angelical en los cielos.

El único camino para Bethany y Xavier puede ser eludir a los Sietes es escondiéndose en la intemperie, mezclándose con otros mortales de su misma edad. Gabriel e Ivy fueron puestos en el colegio, donde ellos no pueden revelar su relación, y donde hay un peligro en cada esquina. 

¿Podrá Bethany ser llamada devuelta al cielo –para siempre- en la cara dejando al amor de su vida?

A la venta el 21 de Agosto de 2012

Primera Temporada de "Falling Skies"

¡¡Hola chicos y chicas!!

Como ya a empezado la segunda temporada de "Falling Skies" os dejo un enlace para que podáis descargar la primera y, así, entrar en materia.

A mi me gustó mucho esta historia de extraterrestres que llegan a la tierra para exterminar a los humanos.

¡¡Espero que os guste!!

Gracias a ricolas en PDD

22 junio 2012

Keep Holding On - Susane Colasanti

Masticar. 
Tragar. 
Masticar.
Tragar. 
No mirar hacia arriba. 

El almuerzo es lo peor, pero no hay ningún lugar seguro en la escuela de Noelle. Mantener su vida familiar en secreto y tratar de ignorar a los chicos que le hacen la vida imposible, son las estrategias de supervivencia de Noelle. Su novio emocionalmente distante, Matt, no quiere estar con ella realmente. Pero está segura que no hay forma de que pueda estar con Julian Porter.Cuando Julián comienza a hablar con ella, Noelle se aterroriza.Parece más seguro quedarse con Matt que arriesgarse a quedar con el corazón roto. Pero cuando el acoso de un amigo va demasiado lejos, Noelle se da cuenta de que es hora de defenderse a sí misma —y a todo lo que la mantiene aferrada.

¡¡Espero que os guste!!

Gracias a Foro Dark Guardians

"Once Upon a Time" (Érase una vez) 1ª Temporada Cáp. 21

¡¡Hola chicas y chicos!!

La semana pasada no hubo ningún capítulo nuevo de esta fabulosa serie pero, por fin, tenemos un nuevo capítulo.

Poco a poco llegamos al final de la temporada.

¡¡Espero que os guste!!









Gracias a jem1967 en PDD

21 junio 2012

Portada de la Novela Gráfica de "Luna Nueva" Volumen 1


 En EU el 30 de Octubre de 2012



¡¡Hola chicas y chicos!!

Ya ha salido a la luz cómo será la portada de la novela gráfica de "Luna Nueva", de la saga crepúsculo.

Sinceramente, me gustó mucho la de Crepúsculo y espero con ansia que salga este nueva entrega.

Lo único malo es que todavía no hay fecha para España.

A mi me ha gustado la portada, ¿y a vosotros?

¡¡Espero que os guste!!

Tráiler subtitulado de "Amanecer: Parte II"



¡¡Hola chicas y chicos!!

Aquí os dejo el nuevo tráiler de "Amanecer: Parte II". Es como la unión de todos los tráilers cortos que han ido saliendo con un poco más de información.


¡¡Espero que os guste!!

20 junio 2012

Dos Velas para el Diablo - Laura Gallego

Hoy día, ya nadie cree en los ángeles. Sin embargo, hay gente que sí cree en los demonios.

Pero los ángeles existen y han existido siempre. ¿Que cómo lo sé? Porque mi padre era uno de ellos. El problema es que, cuando los ángeles te dan la espalda, ¿en quién puedes confiar?

Una batalla mucho más antigua que el ser humano parece tener, al fin, un claro vencedor. Pero en los albores del siglo XXI, Cat, la hija de un ángel, está dispuesta a desafiar a los mismos demonios con tal de vengar el asesinato de su padre.

Me encantó este libro y también tengo que añadir que me impactó un poco.

¡¡Espero que os guste!!

"GCB" (Golfas, Cursis y Beatas) 1ª Temporada Cáp.1 y 2

Amanda, una de las antiguas chicas populares del instituto, vuelve a su ciudad veinte años más tarde y después de que su matrimonio terminara con un gran escándalo. Ella ya no es la “chica mala” de su juventud, pero, ¿y sus antiguas compañeras? Amanda y su familia tendrán que descubrirlo mientras intentan adaptarse a su nuevo hogar.

Os dejo esta desternillante serie que he comenzado a ver recientemente. ¡¡Es muy buena!!

¡¡Espero que os guste!!




Gracias a jose1912 en PDD

19 junio 2012

El Príncipe Ruso - Lynn Raye Harrys

Sola y asustada en las oscuras calles de Moscú, la seria y responsable Paige Barnes no tuvo más remedio que obedecer la orden del apuesto extraño que le pedía un beso. No sabía que estaba siendo rescatada por Alexei Voronov, un príncipe ruso y el mayor adversario de su jefe. Al encontrarse con Paige, Alexei decidió jugar a una ruleta rusa emocional para mantenerla vigilada y descubrir lo que ocultaba. Pero en su espléndido palacio, el juego se le escapó de las manos y la pasión por ella lo abrumó hasta hacerle perder la cabeza…







Gracias a Oveja negra.

"Juego de Tronos" 2ª Temporada Cáp. 9

¡¡Hola chicas y chicos!!

Aquí os dejo un nuevo capítulo de esta fabulosa serie.

¡¡Espero que os guste!!












Gracias a sudokun en PDD

18 junio 2012

Tomada - Serie Elfos Oscuros 1 - Jet Mykles

Diana estaba furiosa, humillada... locamente excitada. ¿Quién les hizo a estos absolutamente sexis demonios de piel oscura y cabellos blancos pensar que ella se convertiría en una yegua de cría y una esclava sexual? No lo hará. ¿A quién le importaba si los malditos elfos eran creados como juguetes sexuales para una diosa? O si cada uno de los elfos oscuros que la visitaba estaba bien entrenado, y un exquisito amante. O si el comandante Salin hacía que su mente y su cuerpo zumbasen de deseo y placer nunca antes había experimentado? No se sometería. No lo haría. ¿Lo hará?

Los hombres de Salin habían tenido su turno tratando de domar a la Mujer-Espadas Hellcat. Por un Hombre, la han llevado a las cumbres de éxtasis, pero todos ellos han tenido que recurrir a artimañas o a la atracción mística para disciplinarla. Incluso ahora, se niega a someterse y aceptar su nueva vida. Nunca una mujer le ha dado tantos problemas. Nunca una mujer había encendió tanto su sangre. El tenía que tenerla. Debe tenerla.

¿Te has preguntado alguna vez cómo sería ser utilizada, complacida... Tomada?

¡¡Espero que os guste!!

Gracias a El club de las excomulgadas.

Capítulo Uno de "Un Beso de Sirena" (A Mermaid's Kiss) - Joey W. Hill

¡¡Hola chicas y chicos!!

Como dije la semana pasada, he empezado a traducir este libro sobre una sirena y un ángel.

Como siempre, pido disculpas por los posibles fallos en la traducción.

¡¡Espero que os guste!!










Uno


Brilló un relámpago, el cielo estaba oscuro, antinatural. ¿Era suyo, o de sus enemigos? No podía decirlo claramente. Pero el ansia de sangre requería de instinto, no de pensamiento, y el dolor podía ser ignorado. Cuando rugió con furia, el calor resultante que se disparó a través de la hoja de su espada le iluminó el entorno. Un centenar de sombras convergentes, casi indistinguibles de las nubes negras; sin embargo, el más cercano estaba lo suficientemente cerca como para convertirse en un rival. El grito de muerte del Oscuro hizo que los labios de Jonah se curvaran en una sonrisa satisfecha, salvaje, a pesar del mal sabor de la sangre de la criatura salpicada hasta su boca.

Bien o mal, ¿qué importaba? Todo dependía de esto en la batalla final. Quienes fueran los mejores quedarían en pie, si tenían suerte y habilidad para aguantar.

Pero la Dama no estaba con ellos en esta tierra. Luchaba por Ella, pero él nunca sentía Su presencia. Fue ese pensamiento solitario lo que lo derrotó, apartando su atención por un parpadeo y permitiendo que sus enemigos le arrebataran la espada de su mano. Fue de punta a punta a través de los cielos, formando un arco y, a continuación, directamente abajo hacia la tierra. Dando vueltas, como un tornado. El golpe del hacha de guerra, que no pudo evitar, fue un pálido destello entre un tapiz malévolo de ojos rojos y colmillos descubiertos.

Tal vez esperaban conseguir darle en la columna, con la intención de partirle por la mitad. Una ironía, puesto que sería un reflejo de su mente en estos días. Pero en su lugar, cortaron una de sus alas. La sacudida recorrió su cuerpo con un terrible golpe seco como el hachazo a un árbol. Una descarga de agonía se disparó a través de su torso, entumeciendo sus piernas y brazos en esos momentos clave.

Perdiendo el equilibrio, se precipitó entre ellos. Jonah arremetió, gruñendo, luchando con los puños desnudos. La sangre descendió por su espalda, chorreando sobre sus muslos como brutales garras surgiendo de la herida abierta.

Usando la última reserva de concentración que le quedaba, electrificó el aire a su alrededor. El demoledor relámpago sacudió sus propios músculos y terminaciones nerviosas, arrancando un ronco grito de su garganta que se perdió entre los aullidos de sus enemigos. Sin embargo, el olor a carne quemada fue siniestramente dulce.

Descendió en caída libre, cada vez más y más, incapaz de controlar nada mientras bajaba metros y metros, su única ala hacía del descenso algo imprevisible, retorciéndolo de forma salvaje y arrancándole su capacidad de mantenerse consciente.

No importaba. Prefería la muerte al desmembramiento. Otro rayo iluminó el cielo, aunque esta vez no provenía de él, trazando las diabólicas siluetas de sus atacantes. Unos pocos se habían recuperado lo suficiente como para lanzarse tras él. Sabía que intentarían atraparlo vivo. Y luego se desataría completamente el Infierno. Literalmente.

Cuando su cuerpo cayó en el mar, la colisión levantó una columna de agua como un geiser. Tal y como fue el golpe, la consecuencia impactaría contra la costa a pocos kilómetros de distancia, como si fuera un tsunami. Saliendo de la nada, desconcertaría a los siempre ignorantes e inconscientes humanos.

Una piedra lanzada a un estanque crearía ondas, que afectarían a todo lo que tocaran de forma sutil pero innegable.

La caída de un Ángel podría ahogar el corazón de la Tierra.


***


Cuando un relámpago cayó nueve metros por encima de la superficie del océano, Anna se detuvo, descansando su mano sobre la aleta de la ballena. El subsiguiente estruendo del trueno fue lo bastante poderoso como para enviar una vibración a través de la ondulante agua. La ballena jorobada hizo un sonido agudo, pero no se detuvo, su oscura aleta se desplazó a un tranquilo pero determinado paso bajo los dedos de Anna, adelantándose fuera de su alcance.

Había estado viajando con el grupo migratorio durante la noche, buscando la paz del mundo nocturno. Hasta que estalló la tormenta, era capaz de levantar la mirada y ver todas estrellas, la luz de la luna reflejada en el plancton flotante. En las sombras de los arrecifes de coral, los peces dormían, sus cuerpos balanceándose en la corriente. Sí, el océano tenía su propio ritmo, un resonante, latente murmullo, pero había algo diferente en él ahora, casi como si se hubiera detenido, al igual que Anna, como preparándose para algo que no era bueno.

Las nubes se habían reunido con rapidez, engrosando alrededor del lugar, cubriendo el pálido orbe, desplegando sus sombras en el mar como un liso panel construido sobre un estremecedor panorama de olas turbulentas. Las gotas de lluvia caían tan rápidas y fuertes que salpicaban en el agua. Aunque esta noche había ido buscando la tranquilidad, Anna tuvo que admitir que ahora el océano reflejaba mejor su verdadero estado de ánimo.

Claro que, el mar siempre estaba cambiando y en movimiento, a diferencia de su relación con los de su misma especie. Le extrañaba que alguien buscara la compañía de las sirenas, luego se reprendió a si misma por el pensamiento egoísta. Pero por la Diosa, ella no visitaba el palacio muy a menudo. ¿Era mucho pedir que sus primos no fueran tan egocéntricos y estrechos de miras? Solo había ido porque quería verlos, y ellos actuaron como si quisieran que se marchara un minuto después de haber llegado.

Quizás debería haberse expresado de forma diferente.

- Hola, a todos. Estoy de visita porque voy a morir en once meses. Sólo quería que supierais que os echaré de menos.

Pero no los echaría de menos, ¿verdad? No echaría de menos que nunca le hubieran aportado nada a su vida, y había estado esperado, por un fugaz instante, alguna reacción por su parte, ahora que se le acababa el tiempo.

No se arrepentía de haberles atado el pelo con nudos mientras dormían antes de huir de allí. Ni de apretarles la mano y la frente durante largo rato contra la sólida puerta de la sala del trono de Neptuno.

Otro resonante trueno la devolvió al presente, contenta por la oportunidad de dejar atrás sus perturbadores pensamientos. No, se sentía algo raro en el ambiente, como si las placas tectónicas se hubieran desplazado, enviando una onda sísmica a través del agua como un alarmante golpe de presión. Las ballenas podían detectarlo, ¿no?

Cuando Anna vio vacilar a la ballena macho, comprobando los alrededores como ella había estado haciendo momentos antes, supo que él también había percibido la anormalidad. No era de extrañar que el grupo migratorio estuviera en movimiento por la noche. Le había parecido extraño, pero hasta ahora todo había transcurrido tan apacible, calmado. Sin embargo, las ballenas tendían a anticipar las cosas. La madre debía conducir al bebé a un lugar seguro mientras su compañero vigilaba que no hubiera peligro. Anna se preguntaba cómo sería tener alguien así.

Oh, Gran Dama, tampoco quería tener ese tipo de pensamientos. Estaba sola. Siempre estaría sola. Ya debería estar resignada con eso, con todo. Y en realidad, había estado bien durante todos estos años, sabiéndolo. Es solo que ahora, no había nada...

Gritó cuando un objeto cayó atravesando el agua delante de ella, introduciéndola en una turbulencia. Cuando algo cortante chocó contra su mano, compulsivamente cerró los dedos a su alrededor aunque estaba dando volteretas hacia atrás. Pese a que una voltereta sugiere un patrón circular, predecible en su desarrollo, ella estaba contorsionándose, elevándose y cayendo, mientras el mar embravecido se convulsionaba como si el proyectil hubiera sido una bala golpeando el corazón del océano.

Chocó contra un arrecife de coral, pinchándose con sus afilados bordes. Después, la estela se apoderó de ella y arrastró su cuerpo por el coral, arrancando varias escamas de su sensible cola. La aleta izquierda de su cola quedó atrapada, arrancándole un enorme chillido.

Cuando pasó la turbulencia y volvió a flotar libre, una suave neblina de su propia sangre se arremolinó a su alrededor como si fuera tinta expulsada por un calamar. Temblando, Anna miró lo que instintivamente mantenía todavía agarrado, la sangre de su mano fluyendo a su alrededor.

Era una pluma.

Pero no una pluma cualquiera. Se obligó a sí misma a mantener la tranquilidad y a continuar así, porque era evidente que esto no pertenecía a una gaviota ni a un desventurado cisne alejado de tierra. Tenía una iridiscencia, lechosa reluciente, con un aura azul que brillaba aun estando separada de su dueño. Tragó, abriendo ampliamente los ojos, sus rasguños olvidados al darse cuenta de qué debía ser.

Una pluma de ángel.

Había escuchado historias maravillosas de los ángeles. Como que un niño marino era capaz de ver uno por la noche, volando por el cielo como una estrella fugaz. Si eso sucedía, el niño tendría una única oportunidad de echarle un vistazo y luego debía agachar la cabeza, para pedir un deseo; O que si alguien tenía la extraordinaria experiencia de estar en presencia de un ángel, tenía prohibido el hablar, a menos que el ángel se lo ordenara. De lo contrario, la lengua simplemente se desintegraría en su presuntuosa garganta.

Un ángel era el escalón más alto después de la misma Diosa, hacían Su voluntad.

Los Señores del aire, el cielo, incluso de la tierra y el agua. Nada los limitaba excepto la Dama. Podían ser agentes de destrucción o de vida, dependiendo de Su voluntad, segadores o salvadores de vida.

Los seres humanos eran la única especie que consideraba la existencia de los ángeles como creencia en lugar de hecho. Era siniestramente divertido la cantidad de cosas reales que los seres humanos consideraban mitos o ilusiones. O pesadillas. Nadie sabía por qué la Deidad permitía que los humanos mantuvieran esa ignorancia pueril sobre algo que el resto de ellos conocía.

Aunque Anna, quien formaba parte tanto del mundo humano como del de las personas marinas, tenía sus teorías.

Aunque ella sabía que existían los ángeles, podría haberse burlado de alguna de las historias, ya que nadie que conociera había interactuado con uno de cualquier forma significativa durante décadas, pero su tía abuela, hermana de Neptuno, fue salvada por un ángel. Todavía era uno de los recuerdos más vividos en la vida de la anciana mujer marina, a pesar de que le ocurrió cuando era apenas una niña. Atrapada dentro de una perdida red para camarones, había caído en el Abismo, una serie de arrecifes y cavernas que descendían tanto que nadie sabía cómo de profundas eran. Las corrientes la habían llevado al interior de las cavernas, haciéndola caer más y más. Había luchado contra la red hasta que, agotada, se había resignado a su propia muerte, por más que luchara, la profundidad de los túneles se apoderaba de ella.

Poco después, se encontró en un lugar de fuego. Calor, muy por debajo de donde existe el calor en el océano. En lugar de morir por el fuego, tía Judith, o Jude como todos la llamábamos, fue desenredada y rescatada de ese lugar por un ángel. Tan bello que siempre lo recordó, ella lloraba cuando lo mencionaba.

Jude fue ciega desde entonces, una criatura marina que dependía de otros para que fueran sus ojos. A pesar de que ella pensó que fue el ángel quien había tomado su vista a cambio de su vida, no encontró ninguna mala voluntad en sus actos.

- Él se cortó cuando me ayudó a escapar de la red. Recuerdo que su sangre era azul, como el cielo. -

La pluma que tenía Anna estaba teñida con ese azul. El agua no podía eliminar el fluido, como si la pluma se negara a liberar una parte intrínseca de sí misma, consciente de que ese no era el entorno al que pertenecía.

Quizás la sangre era simplemente de donde se había arrancado la pluma.

Aunque pensar en un ángel siendo desplumado como un pollo parecía casi sacrilegio. Pero no eran dioses. Solo seres increíblemente poderosos en comparación a todos los demás, como las ballenas comparadas al plancton. Sin embargo, las ballenas podían ser dañadas, ¿ellos no?

Estaba segura de que ese era un pensamiento que la mayoría… no, que nunca había tenido ninguna sirena.

Recalcando aún más otra de las razones del por qué estaba aquí afuera sola.

¿Y si la repentina tormenta de hace un rato era en realidad una de las batallas entre los ángeles y los Oscuros? Todo el mundo sabía que estaban ocurriendo más a menudo últimamente, creando violentos desajustes climáticos que le hacían agradecer el poder buscar refugio en las profundidades del océano.

Sí, los ángeles eran seres con un poder terrible. Las formas que tenían de actuar eran un misterio, pero eran esenciales para el equilibrio y la protección de todo lo que existía. Anna dudó, mirando el rastro de burbujas que se desprendían desde el desconocido misil esparcirse, dispersarse, mientras el océano todavía se removía inquietamente.

No, debería seguir a las ballenas. Mantenerse fuera de esto. Fuera lo que fuera.

En aquel momento fue cuando vio el ala.

De no ser por el resplandor etéreo, podría haber pensado que era una mantarraya, el flujo lento de sus va-y-venes la mecían pareciendo una manta mientras se posa en el agua, o las largar hebras del cabello de sus vanidosos primos, moviéndose como gruesas cintas de sedosa alga marina.

Sin embargo, este movimiento fluido se fue convirtiendo en círculos cada vez más desiguales, descendiendo más y más. Tenía el mismo líquido azul no sólo aferrado a ella, sino que flotaba a su alrededor de una forma que le recordó cómo su propia sangre había enturbiado el agua en el arrecife de coral. Únicamente, la sangre de un ángel conseguía hacer, sencillamente, que el ala pareciera más bella, colores del cielo y la Luna juntos, piezas del firmamento amputadas y a la deriva en su mundo.

Estaba nadando hacia ella antes de llegar a considerar si era conveniente hacerlo.

Mientras lo hacía, se dio cuenta de que era la única que lo inventaba. Una mirada alrededor le indicó que todas las otras criaturas marinas habían desocupado el área. Era como si se encontrara en una tranquila cámara oceánica donde debía enfrentarse a un reto que la llamaba solo a ella.

Atrapó el ala en sus brazos mientras descendía. Se sobresaltó, puesto que tal substancia, tenía tal peso que empezaba a hundirla con ella. Lo sintió como un miembro, el arco y los huesos cubiertos con capas sobre capas de plumas. Las plumas le hacían cosquillas en la espalda desnuda, amontonándose encima de sus pechos, en su liso estómago desnudo y su pequeña cintura. Cuando volvía con ella, se quedó perpleja al darse cuenta de que la alargada punta se curvaba alrededor de su cadera. Como si el ala quisiera apoderarse de ella, con la misma intensidad que ella quería el ala.

Entonces se dio cuenta de que sentía calidez. No una calidez fruto de la temperatura del entorno – esta sensación provenía de su interior. Evocándole una visión de fuerza y protección.

Una sensación de… conexión. Haciéndola plenamente consciente de la soledad que siempre llevaba consigo, como un vital pero despreciado órgano esencial. La calidez ayudaba a aliviarla, las plumas susurraban sobre su mejilla y sus labios como un amante respetuoso. Compresión, aceptación, amor. Y mucho más que eso.

Su boca de repente sintió la necesidad de algo… un beso, el calor de otra boca. Labios firmes sobre los suyos, presionando con exigencia, persuadiéndola a abrirse, llenándola.

Era un sorprendente y, sin embargo, bochornoso anhelo, como el primer contacto con el cuerpo de un amante. No es que ella tuviera mucho conocimiento en este tipo de cosas, pero esta sensación la hizo sentirse como si lo hiciera, y sus dedos se curvaron entre las plumas, agarrándolas como haría con el cabello de un hombre. ¿Era su imaginación, o la curva del ala donde el hueso la sostenía se sentía como un brazo, abrazándola?

Tenía que ser por el poder de esa luz incandescente, o el calor mágico de la misma. Repentinamente se dio cuenta de que se estaba hundiendo con el ala, lo había estado haciendo durante todo el tiempo que estuvo experimentando esa sensación embriagadora que parecía tener el poder de hacerla consciente de todas las partes de su cuerpo que podrían ser agitadas por un amante: Su boca, su garganta, sus avariciosos dedos, la ondulación de sus caderas…

Aún cuando la ola de sensaciones la asombraba y confundía, un hormigueo de inquietud las traspasó, advirtiéndole que la luz placentera era angustiosa, debilitada de alguna manera.

También era una evidencia inevitable que no pudiera atribuir su caída al peso de las empapadas plumas, principalmente porque no parecían empapadas en absoluto, flotaban tan fácilmente como los mechones de su propio cabello.

¿Y las aves – o criaturas similares – no tenían los huesos huecos, casi ingrávidos?

El ala la había ido dirigiendo muy lejos de la arena blanca, descendiendo unos nueve metros por debajo de las repisa de rocas más cercana y, después, a un palmo por debajo de los veintiún metros.

Desde aquí, podía ver una plataforma más, y luego el océano se introducía en una caverna mucho más profunda, tan profunda que el miedo transformó su ensoñación en una sensación de vértigo. Aunque ella podía ver la pared de coral, cubierta con tubos de esponjas y abanicos de mar, por debajo de ellos la visión se hacía mucho más lúgubre, hasta llegar a una completa oscuridad, donde no penetraba la luz del sol y el agua se volvía cada vez más fría. En ese momento no sintió tranquilizadoras oleadas de calidez. Estaban sobre el Abismo.

El ala la había seducido como una sirena, y las criaturas marinas sabían muy bien la clase de peligro que representaban las sirenas.

Se la quitó de encima, saltando lejos de ella. Debido a su repentina ola de aprensión, se movió rápidamente por el alrededor, casi esperando una persecución.

Le pareció que el ala dudaba, pero se dijo a sí misma que eran solo las aguas que había removido al soltarse, manteniéndose en un vórtice momentáneo. Entonces empezó a descender y aterrizó sobre un balcón de roca, poco después, comenzó a deslizarse, cayendo, hacia el borde del Abismo. Cuando se encaminó en esa dirección, creció un pesar en su corazón que no podía explicar. Una necesidad no sólo de tenerla en sus manos otra vez, sino de tener también a la criatura a quién pertenecía.

Peligro…

La sonora llamada resonó a través de las aguas, las ballenas transmitían la señal de unas a otras, el mensaje fue captado y difundido por un banco de peces que exploraban fuera del borde de la fosa y le habían cortado el camino rodeándola por todos lados.

El instintivo escalofrío de terror atravesó su esencia haciéndola levantar la vista, buscando. No podía ver nada, pero en algún lugar por encima de ella, sintió oscuridad, desplazamientos… de monstruos. Allí. Las luces rojas, brillando en la distancia como las luces intermitentes de los barcos. Ojos rojos, un color que no debería ser capaz de distinguir a aquella profundidad a menos que pertenecieran a algo que contradijese las leyes de la naturaleza.

Todas las criaturas tenían un agudizado sentido de luchar – o – huir, necesario para vivir en un mundo regido por la supervivencia del que mejor se adapte a él. Pero esto iba más allá de la alarma causada por alguna clase de depredador hambriento acercándose a ella. Esto era personal, desplazándose por la médula de sus huesos, un oscuro, ansioso veneno que se extendía desde sus órganos internos. Incluso cuando fue capaz de identificar que tenía la intención de paralizarla con su propio miedo, parecía no poder contrarrestarlo, lo que lo hizo aún más aterrador.

Dejadlo… No puedes ayudarlo… Esto no os concierne… A él no le importáis nada vuestra patética especie…

Los Oscuros. Los enemigos de los ángeles, de toda forma de vida. El poder de coacción que poseían era abrumador, y no era una sola voz, sino la de muchos, una gran fuerza maléfica. Mientras luchaba contra ello, logró lanzar un débil hechizo de protección, lo suficientemente potente como para otorgarse a sí misma el espacio para entender que aquello no iba dirigido específicamente a ella, sino a cualquier criatura en la zona que pudiera estar ayudando al objetivo que debían destruir.

Ella no podía enfrentarse a Los Oscuros, y no sabía nada de las batallas de los ángeles. ¿Por qué debería desafiar la voluntad de esa voz de la oscuridad?

Cuando Anna observó el ala mientras caída, se dio cuenta de que estaba siendo atraída hacia su dueño, como un niño inocente traicionando a su padre. Ahora era tan solo un amorfo resplandor, cayendo en la oscuridad, como una vela que se va extinguiendo poco a poco.

La oscuridad del Abismo era total. Final. Se tragaría el ala.

El propietario de esa ala estaría desprotegido, herido. Estaba tan segura de eso como de que el gran temor que estaba golpeando sus sentidos era real, y no era solo por el efecto mágico de sus perseguidores.

Repentinamente se encontró lanzándose hacia adelante, utilizando la poderosa propulsión de su cola azul medianoche para enviarse sobre el borde y, a continuación, arrojándose como una flecha hacia abajo dentro del Abismo. Agarrando el ala flotante, aumentó la velocidad de su descenso, llevándola hacia abajo, junto con ella.

– Llévame hasta tu dueño. Debemos salvarlo si podemos.
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